lunes, 21 de abril de 2014

Ya no me importa.

Hay muchas formas de querer, tantas como pensamientos, y a ti te quise casi de todas esas formas. No te amé de una forma romántica, pero sí te quise tanto como para anteponerte a mí, como para que tú siempre fueras más importante. Después de todo, el amor es eso. Pero tú nunca lo sabrás. No sabes lo que el amor implica, porque en tu interior sólo hay vacío. Lo comprendo, alguien te llenó de frío y te rompió de todas las maneras posibles, pero yo no tuve la culpa. Yo sólo traté de arreglarte, pero no me dejaste. Y así te vas a quedar, sin nada por dentro, sin nadie en quien confiar.
¿Sabes qué? Ya no me importa el tiempo que pasé a tu lado y que ahora lo considero perdido, aunque crea que fue demasiado a pesar de la brevedad que nos rodeó. Breve pero intenso, siempre pensé. No me equivocaba, aunque ese intenso ahora tiene un matiz negativo. Tampoco me importan ya las noches llenas de mentiras, que fueron todas las noches que compartimos. ¿Sabes por qué no importa todo eso? Porque ya jamás volveré a mirarte de la misma forma en que lo hacía antes. De hecho, ya ni siquiera volveré a mirarte nunca. Ya sólo somos un vacío mutuo, un recuerdo, un lamento, un error.