miércoles, 20 de julio de 2011

Lo siento, pero ya no más.

Lo siento ángel, pero se acabó. No puedes irrumpir así en mi vida, llenarlo todo con tu luz y después irte.
Ya está bien, ¿no crees que ya has tenido suficiente? No, no lo crees, por supuesto que no lo crees. Así que, vuelves. Te metes en mis sueños una y otra vez. Y te veo, tan cerca de mí que puedo tocarte. Y me miras y me dices con esa voz tan dulce que sólo empleas conmigo:
-¿Damos un paseo? Tengo algo que decirte, pero tienes que prometerme que leerás entre líneas, ¿vale? Bien, ya sé que esto es sólo un sueño y ya sé que tú también lo sabes, por eso quiero que imagines. Imagina que estoy ahí, junto a ti, muy, muy cerca. Imagina que te miro directamente a los ojos y después que mi mirada recorre tu rostro hasta centrarse en tus labios. Ahora tus manos se posarían en mi cintura y las mías irían subiendo. Por tu espalda, por tu cuello... Ahora estamos más cerca. Sólo tú y yo. ¿Lo notas? ¿Sientes mi respiración? ¿Sientes como cada vez me acerco más hasta que nuestros labios se unen para siempre?

Y entonces me despierto. Deberían estar prohibidos este tipo de sueños. Me dejan fría, vacía. Y tú eres el culpable de todo. Tú te metes en mi cabeza, en mis sueños, y lo emborronas todo. ¿Por qué, ángel? ¿Por qué me sigues haciendo esto?


La respuesta era simple, porque no eres un ángel.

viernes, 15 de julio de 2011

Adiós Harry


He crecido en Hogwarts. Me he criado leyendo todas esas historias llenas de magia. Desde que era pequeña hasta ahora, he crecido con Harry Potter.


Aún recuerdo cuando cumplí once años. Estaba segura de que recibiría esa carta con letras verde brillante que me anunciaría que había sido admitida en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.



También recuerdo cuando salió la primera película. Ver todos esos escenarios, los personajes, las criaturas mágicas. Verlo todo allí, tan real, tan mágico. Esa sensación al ver a Dumbledore y decir: ¡Es exactamente igual a como me lo había imaginado!


Y ahora, un quince de julio como otro cualquiera, ahora hay que decir: ¡Adiós Harry!

Y pensar en todas las alegrías y penas que me ha dado esta historia. Todos esos momentos mágicos, todas las muertes traumáticas.

Y pensar que voy a seguir susurrando ``Lumus´´ cada vez que le de al interruptor para encender la luz y ``alohomora´´ cada vez que abra la puerta.



Adiós Harry y gracias, gracias por todo.


Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas


Travesura realizada.

viernes, 1 de julio de 2011


-L, ¿Qué estás haciendo?

-Magia.
-No puedes estar haciendo magia. Cielo, la magia no existe.
-No digas tonterías, claro que existe.
-¿De verdad?
-Por supuesto, nuestro mundo está lleno de magia. Por ejemplo, mira los sueños. Los sueños son algo intangible, no se puede demostrar su existencia ni explicar de donde vienen. Y la magia es justo eso, algo que no se puede ver ni demostrar. Así que los sueños es la prueba de que la magia existe.

Y ahí dejamos el tema. Gracias por no decirme aquella tarde que los sueños tienen todo tipo de explicaciones y estudios. Gracias por dejarme creer que la magia existía. Gracias por no llamarme tonta cuando se me iluminaban los ojos nada más oír hablar de conjuros y hechizos. Gracias por ser así.