martes, 7 de junio de 2011

Estrellas fugaces.

-Creo que he visto una estrella fugaz.
-¿Ah, sí?
-Ha pasado justo ahora, por delante de mí, creo que es una señal.
-¿Y qué dice esa señal?
-Que tenemos que vivir la vida, que no podemos malgastar ni un segundo.
-Está bien, entonces empecemos a vivirla.

El beso llegó después de esas palabras. Supongo que ni siquiera te importaba la estrella, sólo querías un pretexto para presionar tus labios contra los míos y hacerme estremecer. Pero no pasa nada, yo también estaba buscando un pretexto. La verdad es que no me importaría pasarme la vida así, entre la seguridad de tus brazos, con la noche estrellada de fondo y el calor que desprende tu cuerpo. La verdad es que sería capaz de ver estrellas fugaces durante el día con tal de que me volvieras a besar así.

2 comentarios:

  1. Si hay que vivir el momento no se debe perder ni un segundo en buscar pretextos.

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  2. Ya, pero la vida entera es un gran pretexto. Si todo se pudiera conseguir con sólo desearlo, sin tener que romperte la cabeza para encontrar un pretexto, ¿qué emoción tendría?

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