No lo encontrarás nunca bebiendo en algún tugurio a las tres
de la mañana. Ni tampoco lo verás con cualquier otra. No lo hallarás jamás
enturbiando su alma por dinero, poder, fama o avaricia, yendo a donde los demás
van. No, lo encontrarás siempre a mi
lado.
Cuando haya gastado todo mi dinero y no me quede nada. Cuando
mis amigos y familia hayan desaparecido. Cuando nadie sea capaz de prestarme
ninguna ayuda. Sabré que no hay nada que temer porque él estará a mi lado.
Cuando me resulte difícil respirar y las lágrimas creen un
río embravecido. Cuando la presión sea tan grande que no pueda soportarlo por
más tiempo. Cuando sienta que las cosas no pueden ir peor. Incluso entonces, él
seguirá a mi lado.
Y cuando todo empiece a derrumbarse y se acabe el mundo. Cuando
el mar se seque y la tierra se abra. Cuando todos hayan enloquecido a nuestro
alrededor. Le encontrarás donde siempre ha estado, a mi lado.
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