domingo, 15 de mayo de 2011

Oscuridad en la luz.


No, no voy a decirlo en voz alta. Aunque lo sé perfectamente. Sé que esos días no van a volver. Y por eso me ha entrado miedo. Miedo a perderte, a perderte en serio, no como hasta ahora. Ya sé que esto pasaría, que algún día me ocurriría a mí también y tendría que pasarme la noche en vela. Acurrucada entre las mantas, con la luz apagada y los suspiros rotos.
Ya lo has conseguido. Mi conciencia no deja de repetirme una y otra vez el famoso ``te lo dije´´. Demasiados pasos en falso, es verdad. Pero, ¿qué querías que hiciera? Estaba asustada y desconcertada. Pero llegó un punto en el que mi paciencia se acabó. Ya he perdido lo último que se pierde. Ya no me quedan ilusiones. Así que, ya que estás, termina de llevártelo todo.
Mira lo que has hecho, mira lo que hemos hecho.

Y por fuera todo brilla. Es de día y el sol ilumina la calle. El cielo es azul y la gente pasea feliz. Pero por dentro todo es oscuro. Todo por tu culpa, ahora ya no veo nada.

2 comentarios:

  1. Mientras haya luz,habrá esperanza. Y cuando todo se vuelve completamente negro, es la esperanza lo que brilla desde dentro.

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  2. Pero, ¿dónde se busca la esperanza cuando ésta se empeña en esconderse?

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