jueves, 26 de noviembre de 2015

Me hubiera gustado poder parar el tiempo aquella noche. Y quedarnos eternamente en aquella calle, en aquel instante. Quería hacerlo, de verdad. No me refiero a parar el tiempo en el momento en el que me besaste y me dijiste te quiero, no te equivoques, pararlo antes. Antes de que todo se estropeara con ese gesto. Porque ahora, sabiendo lo que sé, me gustaría poder quedarme congelada en esos instantes en los que todo iba bien y ni tú ni yo habíamos hecho nada por lo que nos odiaríamos después durante años.

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